Voces del Infierno en Rusia

¿Los rusos encontraron la entrada al infierno? Pues, hace más de 30 años que una noticia como esta habría dado la vuelta al mundo, pero que a toda costa ha tratado de ser desmentida. Durante la década del ´50 y ´60 Estados Unidos y la URSS habían comenzado una carrera por el espacio, donde EE.UU. logró la impresionante hazaña de llevar al hombre a la Luna en 1969. Sin embargo, pocos saben que ambos países también habían comenzado en el mismo periodo otra importante carrera: la exploración de la corteza terrestre.


Los estadounidenses, por una parte, intentaban romper el récord de perforación de la superficie de terrestre, y así hallar la famosa Discontinuidad de Mohorovicic, una zona entre la corteza y el manto terrestre, a unos 35 kilómetros de profundidad. Así lograron alcanzar los 9.583 metros de profundidad, hasta que en 1960 el perforador de diamantes que usaban se rompió, y el elevado costo del reemplazo impidió continuar con el proyecto (Crónica)

Los soviéticos, por otra parte, presentaron en 1962 un importante proyecto científico ante Naciones Unidas que consistía en el estudio de la corteza terrestre, cuya finalidad era investigar la litosfera una vez que aparece la Discontinuidad de Mohorovicic. La meta era llegar a los 15.000 metros de profundidad.

Según los primeros registros se pensaba perforar en el mar Caspio o en el lago Baikal, pero en 1963 el químico Nikolai Timoféev convenció al comité Estatal de Ciencia y Tecnología de la URSS que la base perforadora debía situarse en el continente, ya que los resultados obtenidos serían más exactos y tendrían mayor importancia científica.

Entonces fue elegida la península de Kola, al norte de Rusia y al límite con Finlandia, como lugar de perforación profunda. La excavación comenzó el 24 de mayo de 1970, usando máquinas sondeadoras Uralmash-4E y, posteriormente, Uralmash-15000, en un trabajo conjunto entre el Consejo Científico Interdepartamental para el Estudio de la Tierra (CCIET) y la empresa estatal rusa GNPP Nedra. El taladro utilizado era de unos 20 centímetros y estaba provisto de numerosos sensores en su punta (RT).

Así, los trabajos de excavación alcanzaron en 1983 los 12.000 metros de profundidad. Sin embargo, un gran derrumbe en el interior del agujero los obligó a comenzar de nuevo a partir de los 7.000 metros, hasta que finalmente en 1989 lograron alcanzar una profundidad máxima de 12.226 metros.


Sin embargo, según las fuentes oficiales rusas, el llamado “Proyecto SG-3” o “Pozo Superprofundo de Kola” tuvo que ser abortado debido a que se encontraron con temperaturas más altas de lo pensado. Para esa profundidad se había estimado llegar a los 100° C, pero había llegado a los 180° C, casi el doble. Se calculó entonces que a los 15.000 metros – que era la meta – la temperatura subiría hasta los 300° C, y con los medios técnicos y financieros que disponían sería algo imposible de lograr. El proyecto terminó. Esta noticia fue corroborada en el diario francés “Le Fígaro” en sus ediciones del 31 de Mayo y 6 de Octubre de 1989.

Sin embargo, un artículo publicado a finales de 1989 por el medio científico finlandés “Ammennusatia”, contradecía la versión oficial afirmando que el proyecto no había terminado por problemas técnicos. Según el medio, el proyecto había continuado en 1989 con un grupo de científicos provenientes de Siberia, liderados por un doctor de apellido Azzacov, y habrían alcanzado una profundidad de 14.400 metros, y que a partir de entonces la perforadora habría dejado de ejercer presión sobre el suelo para empezar a girar de forma alterada y apenas ejerciendo resistencia. Se estima que la temperatura habría alcanzado los 1000° C.


Entonces los geólogos decidieron escuchar el movimiento de las placas tectónicas con micrófonos ultrasensibles. Esta técnica aún se utiliza en países como EE.UU. y Japón para estudiar los movimientos sísmicos. Y lo que escucharon los dejó atónicos y sin palabras. Al principio pensaron escuchar sonidos de animales y voces humanas, pero que podría tratarse de algún eco proveniente de la superficie de la Tierra. Pero el equipo de geólogos descartó esa teoría. Hasta que finalmente descubrieron la verdad, las cuales fueron publicadas en “Ammennusatia”:

“La información que estamos recolectando es tan sorprendente, que estamos sinceramente temerosos respecto a la naturaleza de lo que hemos encontrado allá abajo. Los registros de la temperatura se acercaban hasta los 1.000 ºC, más de lo que nosotros nos esperábamos. Parece más como un infierno en llamas que se encuentra en el centro de la Tierra. El último resultado fue lo que verdaderamente conmocionó nuestros oídos, tanto que los científicos sintieron miedo de continuar con el proyecto”, declaró el líder del proyecto de investigación, el Dr. Azzacov. El artículo continúa:

“Tratamos de escuchar los movimientos a cierto intervalo con unos micrófonos ultrasensibles, los cuales dejamos caer en el agujero. Lo que escuchamos convirtió nuestra lógica científica en ruinas. Eran, durante ciertos momentos, unos sonidos débiles pero a la vez, altos en frecuencia, los cuales pensamos que venían de nuestro propio equipo. Pero después de algunos ajustes comprendimos que en verdad el sonido venia de dentro de la Tierra. Apenas podíamos creer lo que estábamos escuchando. Eran voces humanas, gritando de dolor. A pesar de que una voz era más perceptible, pudimos escuchar cientos, tal vez miles de almas gritando de sufrimiento ¡Bajamos un micrófono diseñado para detectar el sonido de las placas tectónicas en movimiento y, en su lugar, escuchamos voces humanas gritando de dolor!”. Finalmente, el Dr. Azzacov concluyó:

“Como comunista, no creo en el cielo ni en la Biblia, pero como científico ahora creo en el infierno. Es innecesario decir que fue algo impactante el haber efectuado este descubrimiento. Pero sabemos lo que vimos y lo que escuchamos. Y ahora estamos convencidos de que taladramos ¡las mismísimas puertas del infierno! Esperamos que lo que esté allá abajo, allá se quede”.

El diario finlandés "Ammenusastia" aseguró que las autoridades soviéticas no emitieron ninguna declaración sobre lo sucedido y desde entonces el gobierno soviético enterró este secreto. Pero la noticia volvió a surgir cuando un programa radial de Estados Unidos emitió el audio que grabaron los geólogos soviéticos. Este es el sonido que escucharon los geólogos:


El audio con los sonidos causó impacto mundial. Tanto así que el 2 de Abril de 1990 el diario noruego "Asker Og Baerums Budstikke" (hoy llamado “Budstikka”) publicó una entrevista con Bjarne Nümmedal, sismólogo jefe que participó en el proyecto. En el artículo declaró lo siguiente:

"El descubrimiento de voces humanas en esta cavidad disgustó de tal manera a los soviéticos, que al principio no sabían qué hacer con el personal de los miembros extranjeros del equipo. Todos nosotros fuimos despedidos 2 días después de que hicimos este descubrimiento. Los soviéticos tenían un miedo terrible a que nosotros propagáramos las noticias sobre este descubrimiento y un representante del Ministerio de Asuntos Religiosos nos entregó a todos una gran suma como precio de nuestro silencio. Fuimos obligados a aceptar esa suma, pero de regreso a Noruega yo doné ese dinero a una obra de caridad.”


Aunque el gobierno soviético guardó silencio al respecto, todos los reportes y noticias relacionadas fueron publicadas por finlandeses y noruegos, países limítrofes del proyecto. Y aunque muchos intentan desmentir estos hechos, el proyecto es real, y las publicaciones también. De hecho, el pozo superprofundo de Kola sigue siendo hasta hoy la excavación más profunda que haya realizado el hombre.

“Aunque cavasen hasta el Seol...” (Amós 9:2)